La planificación de rutas, es una tarea extremadamente compleja, eso lo sabemos todos. Hay que combinar, horarios, recorridos, capacidades de los vehículos y un sinfín de variables. Por dar un ejemplo, si tenemos 10 puntos a los que ir, las combinaciones matemáticas posibles son 181.440.
Los programas de optimización de rutas, se basan en algoritmos que buscan reducir los KM, o bien mejorar el ratio de visitas, depende de que queramos hacer,por tanto parametrizaremos la herramienta para que nos ofrezca lo que necesitamos.
También nos ayuda a planificar escenarios diferentes. Nos da respuestas a preguntas del tipo. ¿Qué pasaría si tendríamos que visitar hoy 30 clientes más? ¿Qué pasaría si incrementamos nuestra flota con un tipo determinado de vehículo?
También es importante destacar, que lo que nos proporciona el optimizador, no es la mejor de las soluciones, ya que por muy potente que sea nuestro ordenador, las posibilidades son casi infinitas, y dar con la “mejor solución” tardaría muchísimo tiempo. Los optimizadores brindan en tiempo razonable una buena solución al problema. Como decía Voltaire lo perfecto es enemigo de lo bueno.
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